Se trata de seis obras de grandes dimensiones emplazadas delante de la plaza del Museo Can Framis.
La ciudad de Barcelona cuenta desde hoy con seis esculturas del artista Xavier Mascaró que la Fundació Vila Casas hace a la ciudad. En el acto han estado la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, la consellera de cultura, Laura Borrás y de Antoni Vila Casas, presidente de la Fundació Vila Casas.
La instalación del conjunto escultórico es fruto de la donación por parte de la Fundació Vila Casas y de un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona. La Fundación cede, las esculturas al Ayuntamiento de Barcelona para que formen parte de la Colección de Arte Público de la ciudad, con la voluntad de colaborar en el impulso de creación de un ambiente cultural en la zona del 22 @, donde se encuentran emplazadas. La Fundació Vila Casas, también quiere así dar visibilidad al Museo de Can Framis, con esta obra instalada justamente en la zona de acceso de este centro de arte.
Potenciar el arte contemporáneo
Mediante esta donación escultórica, la cuarta que lleva a cabo la institución en la ciudad de Barcelona -después de la obra de Jaume Plensa, arte, los Jardines de Martí i Pol, y las obras de Alfonso Alzamora, Homenaje a Isaac Albéniz y Alicia de la Rocha, en el Auditorio de Barcelona, y la escalera del entendimiento, en el Campus de la Ciutadella de la Universidad Pompeu Fabra-, la Fundación quiere potenciar y enfatizar el valor del arte contemporáneo, al que dedica su principal objetivo.
Los seis Guardianes, ubicados en la calle Sancho de Ávila, en el tramo entre las calles de La Laguna y de Roc Boronat, en la acera del lado montaña, pasarán a formar parte de la Colección de Arte Público de la ciudad convirtiéndose en un nuevo elemento del paisaje, velando la supermanzana del Poblenou.
Estas grandes figuras de hierro fundido, -símbolo de protección según su autor-, son desde hoy la nueva atracción, en este caso cultural, de este espacio del Poblenou junto al Museo Can Framis. Las obras monumentales, de 190 centímetros de ancho, 130 centímetros de profundidad y 280 centímetros de altura, pesan aproximadamente una tonelada cada una y se encuentran asentadas sobre siete pies de hierro fundido, aparentemente frágiles, que otorgan a la figura la sensación de equilibrio interno. Cada escultura está empotrada en una base de hormigón prefabricado de 200 x 130 centímetros en planta y 60 centímetros de altura.
Diez guardianes en París
Figuras como éstas se vieron por primera vez en París en 2008 en el marco de una obra más extensa formada por diez Guardianes que acompañaban una gran barca de 17 metros de largo, obra que fue expuesta al aire libre, el Palais Royal parisiense. Los Guardianes son, de hecho, parte de aquel primer prototipo que el autor ha reproducido a lo largo de los años en diferentes conjuntos de 3, de 4, de 10 o más figuras, de acuerdo con las necesidades de cada proyecto. En este caso, son 6 figuras que datan de 2017 y que aparentemente parecen iguales pero que presentan diferentes texturas y oxidaciones. Erigidas como verdaderos guerreros que conectan la mitología clásica y el momento contemporáneo, el Hades del inframundo que vela por su espacio, las obras han sido concebidas como una gran escenografía dantesca que interpela al espectador.