Siemens, especializada en tecnología, ha sentado las bases del transporte urbano inteligente gracias a un innovador sistema de e-Ticketing que facilita los traslados de los ciudadanos. A través de una tarjeta electrónica, los pasajeros pueden utilizar todos los medios de transporte de la ciudad y acceder a otro tipo de servicios, como el alquiler de coches, motos y bicicletas o la reserva de plazas de aparcamiento.
Esta tarjeta inteligente simplifica los trayectos de los pasajeros, al eliminar la necesidad de sacar un billete al cambiar de medio de transporte o de zona urbana. Con este sistema, el precio se calcula al final del viaje y los usuarios sólo pagan por los servicios que han usado.
Durante el proceso de registro, el usuario puede elegir entre varias opciones: asociar una cuenta bancaria, una tarjeta de crédito o incluso una de prepago, para poder hacer uso de los medios de transporte de manera anónima.
Una tarjeta, dos formas de acceder a los servicios de movilidad
Con respecto al método de acceso a los distintos servicios de movilidad, la tarjeta electrónica de Siemens permite varias opciones. Por un lado, una de largo alcance, que funciona con una tecnología llamada «Bibo» (Be-in Be-out). En este caso es suficiente con que el usuario lleve encima su «Smart Card», que gracias al chip que integra y a un sistema de detección que incluyen los vehículos, se captura automáticamente el trayecto realizado. Para ello, se registran las entradas y salidas de los diferentes medios de transporte y el sistema genera una ruta, para más tarde cobrar la tarifa más ventajosa a los pasajeros.
El otro método se llama CiCo (Check-in Check-out) en el que es necesario que el pasajero acerque la tarjeta a los sensores al principio o final de cada trayecto.
Con estas innovaciones, Siemens quiere promover una movilidad sostenible en las urbes, que es la única salida viable que tienen para hacer frente a los grandes desafíos que se avecinan. El 77% de la población española vive en áreas metropolitanas y se espera que la cifra aumente en los próximos años. Es más, en 2050 el 60% de la población mundial vivirá en grandes ciudades.
Ese aumento de población conllevará más desplazamientos. Según los expertos, entre 2005 y 2025 los trayectos privados aumentarán en 2,7 billones cada día. Esto significa que los atascos seguirán siendo el principal reto para las ciudades, que sólo en España ya generan costes anuales en torno a los 5.500 millones de euros.