Antón Elejabeitia Cilleruelo, Gerente del Área Administración y Turismo (AENOR)
Las áreas de juego infantil constituyen uno de los principales lugares de ocio y esparcimiento de los niños. Presentes en todas las ciudades y núcleos de población son recintos especialmente diseñados para su entretenimiento. Balancines, tirolinas, columpios y toboganes suponen todo un mundo de diversión no exento de peligros. Deben tomarse una serie de precauciones de modo que se eviten los accidentes. Entre las principales precauciones a tomar, están la continua vigilancia de niños menores de 36 meses y el prestar la debida atención a las indicaciones de la señalización tanto de los equipos como del propio área de juego.
La señalización de las áreas de juego se torno fundamental para orientar a los padres y a los niños de cierta edad sobre la mejor manera de utilizar todo aquello allí instalado y que está a su alcance.
La UNICEF, a través de la Convención sobre los Derechos del Niño de 20 de noviembre de 1989, destaca el derecho del niño al descanso y al esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad.
La seguridad de las áreas de juego infantil debe considerarse como un elemento irrenunciable en las sociedades modernas. Es precisamente en estos lugares dedicados al ocio y al esparcimiento donde los más pequeños desarrollan una actividad lúdico recreativa no exenta de peligro. Las actividades de Normalización y Certificación que se vienen desarrollando en AENOR son un claro exponente del interés de la sociedad en definir unos requisitos mínimos de seguridad que deben satisfacer las áreas de juego infantil para garantizar su seguridad.