Iluminación Roura
En la segunda mitad del siglo XX, se produjo una transformación radical en el corazón de la ciudad de Ceuta. La apertura de una avenida de considerables dimensiones en pleno centro, arrasó con la totalidad de la trama urbanística originada por siglos de civilizaciones superpuestas.
La actuación conservó exclusivamente el entorno de la Plaza de Ntra. Sra. de África, de la cual nace la citada avenida denominada Antonio López Sánchez-Prado. Se han necesitado más de cuarenta años para que se conformara con edificaciones residenciales de tipologías noventeras. El resultado final ha sido una avenida más propia de un crecimiento urbanístico de extrarradio, que de un centro histórico.
Inicialmente, la plaza de África contenía un cinturón de aparcamientos y estaba inconexa a la avenida Sánchez-Prados, pero desde enero de 2018 se ha desarrollado una actuación que pretende actualizar el lugar y acercarlo al concepto de «centro histórico» implantado en las principales ciudades europeas.
De esta manera, se han podido crear espacios amplios en la medida de lo posible, eliminar barreras arquitectónicas, poner en valor los elementos históricos, etc. Los peatones son una parte muy importante del proyecto, por esto se ha peatonalizado la zona y se han creado espacios destinados para ellos.
Un diseño decimonónico para modernizar un espacio público
Con independencia de la elección de materiales nobles para pavimentar todo el ámbito público y la ordenación lógica de una avenida transitada tanto peatonalmente como por vehículos, la principal apuesta se ha centrado en tener un elemento singular que refuerce la imagen de la zona y pretenda convertirse en un referente iconográfico para Ceuta.
Este elemento corresponde a dieciséis candelabros de estilo modernista que incorporan elementos personalizados que permiten contar la historia de la ciudad, el pasado, el presente y el futuro.