El Ayuntamiento de Madrid está llevando a cabo actuaciones de mantenimiento y rehabilitación en todas las estructuras viarias de Madrid, siendo probablemente la más singular, el viaducto de la calle Bailén, por su localización, dimensiones y por estar plenamente integrada en el paisaje urbano de la Villa de Madrid.
Situado a escasos metros de la Catedral de La Almudena y del Palacio Real, el viaducto de la calle Bailén, también conocido como el viaducto de Segovia, por permitir el paso de la calle Bailén salvando la calle Segovia, ha sufrido varias modificaciones estructurales desde su construcción, siendo en 1934 cuando se reconstruye el viaducto en hormigón armado pulido, exceptuando los arranques de las pilas que son de granito.
Las labores desarrolladas para la rehabilitación del viaducto han consistido en la hidrolimpieza de toda la estructura, saneo de superficies, reconstrucción geométrica de paramentos con mortero tixotrópico, inyección y sellado de fisuras, protección del hormigón con pintura anticarbonatación, impermeabilización del tablero y ejecución de juntas de tablero.
DESCRIPCIÓN DEL PUENTE
El viaducto de Bailén es una estructura compleja debido a sus numerosas remodelaciones. Consta de 5 vanos, con una longitud total aproximada de 135 metros y un ancho de tablero de 19,85 metros.
La tipología estructural se corresponde con un puente arco, presentando cada uno de los vanos cuatro arcos de hormigón armado pulido. En el caso de los vanos laterales, los arcos sustentan el tablero directamente, mediante tímpanos rellenos. Sin embargo, los vanos centrales presentan montantes arriostrados lateralmente sobre los arcos para acometer dicha función.
En la década de los 70, se modificó el tablero, pasando a ser un tablero de hormigón armado postesado aligerado, apoyándose únicamente en las vigas cargadero de las pilas, por lo que en la actualidad, los arcos y montantes de los vanos 2, 3 y 4 no tienen carácter estructural, manteniéndose de forma ornamental.