Un radar pedagógico que permite definir el límite de velocidad a partir del que se activarán las luces en rojo y el emoji de «cara triste», señalando el exceso de velocidad; o la luz verde junto con un emoji de «cara sonriente», indicando una velocidad adecuada.
Este radar es completamente autónomo, no requiere de instalación eléctrica, cuenta con carga fotovoltaica y garantiza un funcionamiento ininterrumpido durante 24 horas.