NAOS 04 Arquitectos
El edificio, finalizado en agosto de 2014, se encuentra en el barrio de Montecerrao, al sur de Oviedo en una parcela con una pendiente muy acusada en dirección Norte-Sur, que se salva escalonando los volúmenes del edificio. En el proyecto se ha tenido en cuenta los hábitos ciudadanos, redimensionando la instalación y ofreciendo el espíritu social basado en el concepto «deporte para todos», máxime en una época de crisis económica.
Este proyecto modifica uno anterior, parcialmente construido, con el fin de adecuarlo a la realidad actual de la demanda así como desde el punto de vista de la autonomía económica y energética de la instalación. Con esta modificación se ha potenciado el número de plazas de aparcamiento para promover el aumento de usuarios de zonas más alejadas así como tener en cuenta la demanda más alta que en ese caso se da en los espacios dedicados a fitness y actividades de grupo. Para ello se reorganizó la distribución de espacios y se mejoró el gasto energético para hacer viable la instalación, conforme a los patrones de funcionamiento de otros centros deportivos en España en general y en Oviedo en particular.
A la hora de afrontar el proyecto se ha tenido en cuenta la demanda real de los usuarios de estos centros en la actualidad, así como los principios de sostenibilidad de una instalación de estas características, tanto desde el punto de vista energético como desde el punto de vista de la autonomía económica que requiere. Atendiendo a los patrones de funcionamiento de centros deportivos de la ciudad, sin perder de vista el funcionamiento en el resto de España, se buscó la máxima operatividad y optimización en función de la demanda real.
En el concepto de diseño del edificio tiene un fuerte peso las condiciones topográficas de la parcela, que con una importante pendiente inexorablemente abocan a un escalonamiento de diferentes volúmenes. Además de esto, se ha intentado respetar una estética en cuanto a volúmenes, materiales..
En base a ello se ha concebido un edificio compacto, contundente, pero estratificado en volúmenes que se adaptan a la topografía del terreno pero que conforman una imagen sobria y elegante , integrando las pistas de pádel dentro del mismo, abriendo grandes huecos en fachada que aportan iluminación y transparencia desde el exterior, pero teniendo siempre como lema la sinceridad constructiva y la huida de alardes estéticos y volumétricos que lejos están hoy de responder ni a las necesidades, ni al contexto económico actual.
