Los pavimentos naturales de las áreas de juego.
Seguridad y función lúdica

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Félix Moral Pérez. Director de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Burgos y Presidente de la Asociación Española de Parques y Jardines Públicos

Todos sabemos que la mayor parte de los accidentes que se producen en las áreas de juegos infantiles son consecuencia de caídas, siendo por tanto su superficie uno de los elementos fundamentales de las mismas, especialmente en lo relacionado con la seguridad de los usuarios.

A pesar de ello, las normas UNE-EN 1176:2008 (serie) Equipamiento de las áreas de juego y superficies y UNE-EN 1177:2008

Revestimientos de las superficies de las áreas de juego absorbentes de impacto, hacen una 
escasa mención a los diferentes 
materiales que pueden o deben 
utilizarse como revestimiento amortiguador.

En este sentido, sólo existen dos referencias a los mismos: una de ellas en el apartado 4.2.8.5.2 de la UNE-EN1176-1 y otra en la Introducción de la UNE-EN 1177. En ellas, se citan materiales naturales como: césped, corteza, viruta de madera, arena y gravilla.

En la primera de estas referencias nos dice: «En la tabla 1 se incluyen ejemplos de materiales de amortiguación de impactos utilizados comúnmente, con las alturas críticas de caída asociadas, sometidas a ensayo conforme a la Norma EN 1177 y medidas parcialmente in situ y parcialmente en el laboratorio con distintas condiciones de ensayo.»
Esta tabla por tanto nos ofrece ejemplos de materiales de amortiguación de impacto empleados normalmente y sus correspondientes alturas críticas de caída.

Pero la referencia antes citada nos añade también que: «Para especificaciones que no figuren en la tabla 4, se debe utilizar la Norma EN 1177 como método de ensayo para la determinación de la altura crítica de caída.»

Así pues, nos está indicando que para los materiales que describe, todos ellos naturales y siempre que se respeten los espesores y especificaciones de la tabla, no es preciso realizar el ensayo de HIC.

En lo que se refiere a espesores nos habla de 200 ó 300 milímetros en materiales sin cohesión, para alturas de 2 ó 3 metros respectivamente, que deben aumentarse en 100 milímetros para compensar el desplazamiento de las partículas. Y en cuanto a especificaciones sobre los materiales [leer más… en la edición impresa]