Texto: David Añíbarro, Hector Gómez y Daniel Jauregui
La restauración ambiental de la marisma de Unquera, Cantabria supone la recuperación y enlace de un paisaje degradado, una reconciliación de la población con un área de gran impacto ecológico mediante la puesta en valor con un recorrido estudiado de aproximadamente 2 kilómetros.
Las actuaciones del proyecto convierten esta superficie en un anillo verde – intersección con el núcleo urbano, el cual deja la marisma y la red ferroviaria en el interior pasando a ser dos activos del paisaje de fuerte contraste y enlazando en este proceso el antiguo Paseo del juncal de trazo rectilíneo, hasta ahora sin posible continuación.
Este espacio rodeado y atravesado por infraestructuras: carretera nacional, red ferroviaria, carretera habilitada dirección Asturias, canalización de la Ría Tina Mayor y la autovía del Cantábrico, es además el comienzo del municipio y una de las puertas de entrada al Parque Nacional de Picos de Europa.
El amplio área de actuación, de más de 6 hectáreas, se encontraba fuertemente degradado por varias de las infraestructuras mencionadas, por restos de edificaciones abandonadas y densamente ocupada por plantas invasoras (Cortaderia selloana, Baccharis halimifolia).
Un primer tramo urbano con un ancho de actuación limitado y variable de 11 a 15 metros es el encargado de enlazar el paseo existente mediante un camino serpenteante que se abre paso entre la vegetación de disposición antrópica, con un marco de plantación en retícula, a modo de bosques geométricos o pequeños viveros. Atraviesa también unas áreas o escenarios donde los bosques homogéneos en unos casos (Prunus avium) y en otros (Betula sp) quedan drásticamente interrumpidos y la marisma con el carrizal al fondo (Phragmites australis) y el paso ocasional del tren se incorporan al paisaje.
