Arquitectos: Jansana, de la Villa, de Paauw, Arquitectes
Seleccion Premios FAD Espacios Exteriores 2010
El parque de la Clota ocupa un antiguo meandro del río Ripoll, junto al barrio de Can Puiggener. Su uso más reciente está asociado al vertido indiscriminado de tierras, pero anteriormente albergó una serie de asentamientos espontáneos en forma de barracas por la necesidad de alojamiento para los inmigrantes debido a la creciente industria local en los años cincuenta, que fueron derribados más tarde. Los restos de estos escombros fueron la base del vertedero descontrolado que nos encontramos previo a la obra.
Como el nombre del parque indica, el terreno tiene forma de hoyo, clota en catalán, orientado este-oeste en el sentido de la pendiente. Al este está la parte más baja llegando al río Ripoll, al otro lado del río un fuerte escarpado que se percibe como otra auténtica fachada del Parque. Al oeste hay un fuerte talud que abarca todo el hoyo hasta el barrio de Can Puiggener, al norte.
El proyecto del parque quiere crear un fuerte elemento de conexión, hasta ahora inexistente, entre la ciudad y el Parque del Río Ripoll. El ámbito está rodeado todavía de un entorno pendiente de urgentes intervenciones de recuperación, por esta razón el proyecto se inscribe en el llamado «Plan de Barrios», el programa integrado de rehabilitación de barrios y zonas urbanas degradadas financiado por la Generalitat de Cataluña y la Comunidad Europea.
Uno de los principales problemas relacionados con la topografía del lugar era la escorrentía superficial. Debido a esto, el proyecto hizo especial énfasis con la recogida de aguas pluviales: un sistema de canales de drenaje-algunos de losas de piedra artificial, otros verdes-recogen el agua de los diferentes puntos del parque y la conducen hacia el río.
El sistema de cunetas define el elemento básico del parque, dibuja un círculo perimetral que de forma concéntrica rodea un «anfiteatro» realizado a base de probetas de ensayo de hormigón, material de desecho de los laboratorios de ensayos. Se aprovecharon como material de construcción las probetas que quedaban intactas en el laboratorio. [leer más… en la edición impresa]