Parc de la Barbera dels Aragonés, Vila Joiosa

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1995

Arquitectos: VAM10-Arquiitectura y paisaje

La intervención en el Parque de La Barbera, se inscribe en una propuesta del Ayuntamiento de Villajoyosa que incluye además del diseño del parque, la restauración de la antigua Masía dels Aragonés, inserto todo ello en los restos de una explotación agraria que hoy queda dentro de la estructura urbana de la ciudad. El Parque consta de dos partes diferenciadas: El antiguo huerto-jardín anexo a la masía, una intervención de restauración de un huerto histórico, y el parque público de nueva creación que se extiende sobre los fragmentos de lo que fue parte de la explotación agraria. En total, completan una superficie de 16.540 metros cuadrados, a la que deben sumarse la masía y el auditorio.

PARQUE LA BARBERA

La antigua masía y su huerto jardín, junto a los restos del antiguo parcelario rural, permiten conservar un fragmento de la estructura agraria sobre la que se levantó de manera acelerada la nueva planimetría urbana. La puesta en valor de estos restos del patrimonio rural nos ayudan, no solo a generar una idea compositiva y un sistema lógico de estructura geométrica, sino que permiten contextualizar fragmentos que hacen reconocible el lugar. Toma sentido de esta manera la ubicación de la masía con respecto al conjunto, el antiguo camino que conduce a la casa, los trazados del parcelario, incluso los restos de plantaciones aún recuperables de olivos, sus marcos de plantación, las acequias, pozos, etc.

Uno de los elementos diferenciables en el conjunto es el antiguo huerto-jardín que se encuentra tras la casa, a la cual accedemos por el antiguo camino de acceso, jalonado por altísimas palmeras. El huerto y la casa, forman un todo cerrado por tapias murarias. Se accede al huerto a través del escueto y tranquilo jardín trasero de la masía. Una valla de hierro lo separa. La planta del huerto-jardín es de crucero con parterres delimitados por setos recortados; en el primer tramo nos acompaña una pérgola cubierta de rosales y nos conduce a un cenador sobre el que trepan plantas aromáticas. Siguiendo la tradición de los huertos-jardín valencianos, el huerto de naranjos, mandarinos, limoneros que completa el conjunto forma parte del jardín. Para la restauración de esta parte se ha puesto particular interés en preservar las características que definen al jardín mediterráneo: color, aroma, agua…. Albercas, abrevaderos y restos de antiguas acequias se han tratado con nuevos materiales, prolongándolas e integrándolas en el huerto, al que se le ha dado una categoría de auténtico jardín, con paseos que lo recorren tanto por su interior como perimetralmente, y un fondo de cipreses plantados contra la antigua tapia de cierre. [leer más… en la edición impresa]