Basado en la capilaridad controlada y que reproduce el funcionamiento natural interno de la tierra. Desarrollado para su funcionamiento en cubiertas urbanas e infraestructuras urbanas colgantes, este sistema permite un crecimiento natural en función de las necesidades de las plantas. Entre sus ventajas, destacar que favorece la refrigeración de la planta, evita la evaporación, mantiene una constante y variada humedad del terreno en relación a la temperatura ambiente y utiliza solo el agua que necesita.