Museo de los Caños del Peral

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Museo de los Caños del Peral, Metro de Madrid

Patón-Tellería, Arquitectura y Diseño

El proyecto se realizó por encargo de Metro de Madrid, promotor de las obras, a los arquitectos Vicente Patón Jiménez y Alberto Tellería Bartolomé,en Abril de 2010, y consistió en habilitar un recinto para exponer los importantes hallazgos arqueológicos encontrados al excavar la ampliación de los vestíbulos de viajeros en la estación de Ópera, intercambiador subterráneo muy transitado en el que confluyen tres líneas de metro con sus correspondientes andenes. El proyecto se hizo con la asesoría y colaboración de los equipos técnicos de Metro de Madrid, de la empresa ARTRA, S.L. encargada de los trabajos arqueológicos y divulgativos, y de la empresa SACYR, constructora de la estación. Todo se realizó bajo la supervisión de la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.

Museo de los Caños del Peral, Metro de Madrid

Las dificultades del lugar

Al tratarse de hallazgos imprevistos, y dado el escaso espacio disponible en el subsuelo, Metro restó un área a la superficie de instalaciones y servicios en la cota donde fue realizado el descubrimiento arqueológico, pero que tenía el problema de estar a metro y medio por debajo de la estación de la línea 2, y sus accesos peatonales. Este salto de cotas sirvió por un lado para facilitar la observación de las piezas desde un punto de vista elevado, pero también para habilitar bajo el falso suelo una serie de conductos e instalaciones. Otro importante problema que tenía el lugar era la presencia ineludible de las escaleras mecánicas de bajada a la línea 5.

Todo ello obligó a un ligero desplazamiento de las piezas recién descubiertas, para conseguir un recinto desde el que poder contemplarlas, lo que llevó a la conclusión de que no se podían exhibir a modo de yacimiento sino de museo, pues de hecho se tuvieron que desmontar totalmente, trasladar temporalmente a un almacén, y volver a colocar en su lugar definitivo. Una instalación de tipo naturalista habría confundido a los visitantes, pues ni siquiera los suelos sobre los que están asentadas son de tierra firme, sino que se trata de losas de hormigón sobre espacios de tránsito de los niveles inferiores de la estación. Por eso los suelos se trataron como un plano indefinido y brillante de resina negra autonivelante, que reflejase las viejas piedras para sugerir que flotan como barcos que viajan a través del tiempo.