Hace 30 años, la empresa finlandesa Molok revolucionó el sector de la gestión de residuos a nivel mundial al idear y comercializar el primer contenedor de residuos soterrado. La idea se basó en un contenedor cilíndrico de gran capacidad pensado para aprovechar las condiciones del subsuelo y así conseguir un almacenamiento higiénico que reduce considerablemente el espacio de superficie ocupado. Desde entonces, Molok es el fabricante líder en contenedores semisoterrados y su producto está presente en más de 40 países en los 5 continentes.
Molok da un paso más en optimización de espacio y en adaptabilidad con el sistema semisoterrado MolokDomino: un nuevo enfoque modular que permite crear un espacio de almacenamiento compacto, higiénico y ordenado.
UN SISTEMA MODULAR VERSÁTIL
MolokDomino está basado en módulos de diferentes tamaños que, a su vez, pueden dividirse en secciones. Este diseño le confiere la mayor versatilidad del mercado, permitiendo instalar la capacidad necesaria para cada fracción, en función de las necesidades de cada ubicación concreta.
A todo lo anterior, se suma la facilidad para poder reorganizar las capacidades e incluso añadir más divisiones para albergar nuevos tipos de residuos según vayan evolucionando los hábitos de generación o surjan nuevas normativas.
LA SOLUCIÓN MÁS COMPACTA: EL MÍNIMO ESPACIO
Su original diseño, con un 60% del contenedor bajo tierra, consigue optimizar el espacio ocupado como ningún otro tipo de contenedor. Es la solución con el mejor ratio de espacio lineal ocupado por capacidad instalada, llegando a poder instalar una capacidad de 20.000 litros de residuos en un área de solo 10 metros cuadrados. El módulo de 5 metros cúbicos de MolokDomino requiere una superficie de calle similar a un contenedor de carga lateral de 3.000 litros, sin embargo, su capacidad es un 40% mayor ya que alcanza los 5.000 litros.
Por otro lado, cuando comparamos islas con capacidades similares, los contenedores MolokDomino ocupan la mitad de espacio que los contenedores de superficie. La recogida mediante carga superior ofrece mayor flexibilidad para decidir su ubicación, permitiendo liberar bordes de calzada para espacio de aparcamiento.