El Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos acogen hasta finales de diciembre las obras del escultor gallego Manolo Paz, en la exposición «La distancia que une», formada por 12 obras
La exposición «La distancia que une», se traslada este otoño a Madrid para que los visitantes de la capital puedan contemplar la escultura de este artista gallego, como ya lo hicieron durante el verano los habitantes de Santiago de Compostela.
El artista de Combados nos invita a recorrer el eje que conforman el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos, guiados por un conjunto de doce de sus esculturas. Desde la Plaza de Colón hasta el Paseo del Prado se han podido contemplar 12 creaciones de este artista, cuya obra persigue convertir la materia inerte en obra de arte. Perfectamente integrada en el paisaje arquitectónico, esta exposición en el espacio público celebra la designación de la emblemática arteria verde de Madrid, como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO.
Manolo Paz es uno de los escultores más prominentes del panorama artístico. Su trabajo al margen de modas, tiene el objetivo de convertir la materia inerte en obra de arte, y ha transformado paisajes desde su Galicia natal hasta Japón, formando parte de espacios urbanos de ciudades como Bruselas, Stuttgart o Chicago.
Estas 12 piezas han ocupado espacios como la plaza de Cibeles, frente a la sede del Ayuntamiento o los jardines del Museo Thyssen-Bornemisza. Hasta siete museos y centros expositivos quedan conectados por este eje de cultura y el arte, convirtiéndose así en el escenario idóneo para un diálogo con el arte contemporáneo de la mano del escultor gallego para quien la naturaleza es piedra angular de su práctica artística.