Con un firme compromiso con el desarrollo sostenible, la actuación «Distrito Castellana Norte», que se pondrá en marcha este año y con un horizonte para su desarrollo de 20 años, supondrá la mayor transformación que haya tenido Madrid en los últimos años.
El Ministerio de Fomento, el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid y la empresa Distrito Castellana Norte Madrid, han suscrito un acuerdo para la puesta en marcha de este proyecto que transformará Madrid con la prolongación en 3,7 kilómetros el Paseo de la Castellana, y la modernización de una zona de más de 3 millones de metros cuadrados.
La ministra de Fomento, Ana Pastor; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y el presidente del BBVA, Francisco González, durante la rueda de prensa para dar a conocer del proyecto Distrito Castellana Norte.
Con la actuación sobre los 3.114.336 metros cuadrados, menor a la permitida, se protege el tramo del límite norte del Parque Regional de la Cuenca del Manzanares y se preserva un área verde de un alto valor ambiental para Madrid. La zona de intervención se encuentra ahora semivacía, con sistemas de infraestructuras inconexos, barrios fragmentados y con pocas zonas verdes.
El 80% del suelo se destinará a infraestructuras públicas para uso y disfrute de los madrileños, con más de 566.000 metros cuadrados de espacios verdes (superficie equivalente a 56 estadios de fútbol), equipamientos sociales, servicios urbanos y una vía ciclista con una longitud de 12,8 kilómetros. Además, el 25% del suelo permanecerá destinado a usos exclusivamente ferroviarios.
El proyecto “Distrito Castellana Norte Madrid” desempeñará un papel clave en la expansión y proyección exterior de las empresas y actividades madrileñas y de la imagen de la capital. El proyecto favorecerá la revitalización del comercio y de los servicios de proximidad, el desarrollo de actividades económicas de alto desarrollo tecnológico con la consiguiente atracción de talento y el impulso a las relaciones internacionales dada la potencialidad del mismo para implantación de compañías de todo el mundo.
Para la elaboración del plan se han estudiado y recogido lo mejor de algunas experiencias similares en ciudades como Nueva York, Londres, Ámsterdam y Hamburgo. Con la participación del Ministerio de Fomento, la Comunidad de Madrid y Ayuntamiento de Madrid y resto de promotores, se ha planificado un modelo para la zona norte de Madrid en el que las personas son las protagonistas.
Compromiso medioambiental y vecinal
Esta actuación mantiene un firme compromiso con el desarrollo sostenible, con estándares muy por encima de lo que marca la ley. Se ha dado una gran importancia a la aplicación de criterios de sostenibilidad, con una apuesta decidida por la movilidad en el transporte, tanto público como privado.
El proyecto se articula en torno a un innovador sistema de transporte de alta capacidad y un uso reducido del vehículo privado, aunque siempre ajustado a las necesidades de los usuarios.
El peatón es protagonista de la ciudad y así todos los residentes tienen un sistema de transporte público en una cobertura de menos de 350 metros.
Zona peatonal. Fuente Distrito Castellana Norte
Adicionalmente, habrá una distancia máxima de 1 kilómetro hasta alguno de los intercambiadores existentes y proyectados de Plaza Castilla, Chamartín, CBD Norte, Fuencarral y Las Tablas.
Supondrá además importantes beneficios no sólo para los vecinos de esta zona sino también para la economía local, regional y nacional, ya que durante su desarrollo se generarán más de 121.000 puestos de trabajo y unos beneficios económicos para las administraciones públicas superiores a los 3.363 millones, que se revertirán en mejoras para los ciudadanos.
El plan se ha diseñado cuidando las necesidades y expectativas de los vecinos de los barrios limítrofes y priorizando la vertebración de los distritos con la nueva ordenación, a través de una malla de interconexiones que entrelace los diferentes núcleos de población.
Más de 566.000 metros cuadrados de zonas verdes
Las energías renovables tendrán una presencia especialmente importante en el transporte público y en los sistemas de alumbrado. Está prevista la instalación de redes inteligentes de suministro de agua y electricidad con sensores integrados con programas de análisis que permitan detectar fugas y energía capaces de ahorrar y administrar recursos de forma automatizada. El proyecto contará con las infraestructuras necesarias para que los edificios puedan dotarse de tecnologías para la producción de energía de fuentes renovables: sol, viento y geotermia. Se destinará una superficie de 566.826 metros cuadrados a zonas verdes y arbolado, lo que puesto en equivalencia correspondería a 56 hectáreas de terreno o a 56 estadios de futbol. La reforestación proyectada permitirá plantar más de 25.000 árboles y trasplantar otros 1.135, así como gestionar la transición paisajística hacia el parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares.
Parque Central. Fuente Distrito Castellana Norte
Apuesta por la movilidad
El proyecto supone un cambio de paradigma en la movilidad de Madrid ya que se articula en torno a un innovador sistema de transporte público de alta capacidad (60 por ciento del total del transporte en la zona) y un uso menor del vehículo privado, aunque siempre ajustado a las necesidades de los usuarios. El peatón es el protagonista de la ciudad y así todos los residentes tienen un sistema de transporte público en una cobertura de menos de 350 metros. Adicionalmente, habrá una distancia máxima de 1 kilómetro hasta alguno de los cinco intercambiadores existentes y proyectados: Plaza Castilla, Chamartín, CBD Norte, Fuencarral y Las Tablas.
El sistema de movilidad se sustenta en tecnologías de alta eficiencia energética y estará integrado por líneas de autobuses de alta capacidad, metro, cercanías y metro ligero, así como el carril bici. La red de transporte público propuesta tiene capacidad para gestionar 72.000 pasajeros/hora.
El Paseo de la Castellana es la gran columna vertebral de tráfico rodado en las conexiones entre el este y oeste de Madrid. Para adaptarse a los flujos de tráfico, especialmente en horas punta, se utilizará un sistema electrónico capaz de priorizar las necesidades del tráfico en cada momento y gestionar la de red de semáforos, teniendo en cuenta la interrelación entre vehículos e infraestructuras de destino. Además, los vehículos públicos dispondrán de un sistema de información en tiempo real para los pasajeros.
El entorno urbano estará preparado para la Alta Velocidad con lo que consolidará la capacidad de la Estación de Chamartín de convertirse en un polo económico y de transporte de referencia a modo de “hub ferroviario”, con altas prestaciones y potencial para conectar con las distintas capitales europeas.