MRIO Arquitectos
Fotografías: Ayuntamiento de Madrid, MRIO Arquitectos y BDU (Juegos Infantiles Richter)
A principios del año 2003, el Ayuntamiento de Madrid pone en marcha un amplio proyecto para reformar la M-30, la autovía de circunvalación que se comenzó a construir a finales de los años sesenta. Se trata de un proyecto de muy amplio alcance que pretende mejorar la movilidad en la M-30 mediante la reforma de muchos de sus nudos y conexiones con las vías de salida y entrada a la capital. La parte sin duda más emblemática, arriesgada y controvertida de dicho proyecto consiste en el soterramiento de la M-30 en el tramo urbano que coincide con el río Manzanares a su paso por la ciudad de Madrid.
El concurso para la recuperación de los márgenes del río Manzanares
En el año 2005 el Ayuntamiento de Madrid convoca un Concurso Internacional de Ideas que tiene como fin obtener propuestas para la ordenación y urbanización del gran vacío urbano que surge como consecuencia del soterramiento de la M-30. Se trata de crear un gran parque urbano de 6 kilómetros de largo y 1.200.000 metros cuadrados de superficie flanqueando los márgenes del río Manzanares a su paso por la ciudad de Madrid. El concurso se estructuró en dos fases: una primera abierta a todos los profesionales del mundo de la arquitectura, la ingeniería y el urbanismo, de la que se seleccionaron dos equipos que se sumaron, en una segunda fase, a seis equipos de amplio prestigio internacional que habían sido invitados a participar en este concurso (Peter Einsenman, Herzog & de Meuron, Torres y Martínez Lapeña, Navarro Baldeweg, Dominique Perrault, Kazuyo Sejima).
Finalmente la propuesta ganadora fue la del equipo dirigido por Ginés Garrido y formado por los estudios de Madrid Burgos y Garrido, Porras y La Casta, Rubio y Alvarez-Sala y el estudio holandés West 8 [leer más… en la edición impresa]