Impulsar el empoderamiento de la mujer en el mundo empresarial a través de la construcción de jardines verticales. Con ese objetivo, varias alumnas de los cursos del botánico español Ignacio Solano en España y Latinoamérica han creado sus propios negocios para ayudar a diseñar ciudades más sostenibles en sus países de origen
Sylvia Lorena Llano Lory en México y Ariane Stollreiter en Guatemala han puesto en práctica todo lo aprendido sobre ecosistemas verticales de la mano del biólogo y CEO de Paisajismo Urbano. Tras un largo proceso de investigación, el método de Solano rompe con las carencias de los jardines tradicionales y consigue que todos los elementos que lo componen (plantas, hongos y bacterias) interactúen de manera natural y contribuyan a la durabilidad infinita del jardín.
El último proyecto de Sylvia Lorena Llano Lory fue en 2017 para el Centro Encuentro Fortuna en Ciudad de México. Son varios jardines repartidos por el espacio comercial con una superficie total de 1.300 metros cuadrados y aproximadamente 52.000 plantas de más de 25 especies diferentes.
Desde que realizó el ‘Curso de Jardines Verticales en México’ en 2013, Llano Lory pudo ampliar sus conocimientos ofreciendo nuevos servicios con su negocio Ecoyaab. “Mi empresa se fundada, en 2010 en Ciudad de México, principalmente como proyecto de investigación para reducir contaminantes a la atmósfera. Más tarde nos centramos en la actividad paisajista de manera formal”, explica la alumna de Solano, que desde entonces se ha convertido en colaboradora de Paisajismo Urbano con importantes proyectos en marcha como el del Centro Cultural San Lázaro de la Cámara de Diputados.
Por su parte, Ariane Stollreiter se ha centrado en llevar el arte de la jardinería vertical a Guatemala. A través de su empresa By Botanik, franquicia de Paisajismo Urbano desde 2017, ha realizado uno de sus más exitosos proyectos en el Centro Comercial Oakland Mall en Ciudad de Guatemala.
Se trata de una gran fachada verde de 186 metros cuadrados que alberga más de 6.300 plantas con una variedad de 10 especies diferentes, siendo capaz de producir el oxígeno necesario para 186 personas al año. “Durante toda mi vida viví rodeada de naturaleza, y cuando me trasladé a un apartamento fue evidente la falta de interacción con ambiente naturales que afectó a mi salud. Por esto decidí buscar tecnologías que me ayudarán a mejorar la calidad de vida de las personas a través de ambientes naturales«, ha explicado Stollreiter, que junto a su marido se formaron en 2015 con Ignacio Solano gracias a su ‘Curso de Jardines Verticales en Chile’.
Método de jardinería vertical
El sistema patentado por Paisajismo Urbano para jardines verticales ha sido utilizado en los mayores proyectos alrededor del mundo, como el edificio Santalaia de Bogotá, que cuenta con una cobertura vegetal de 3.117 metros cuadrados. Su principal innovación es el anclaje empleado para disponer la vegetación compuesto por cuatro capas, entre las que se encuentran cámaras de aire, que permiten crear una estructura muy ligera, con un peso promedio de 35 kg/m2. Gracias a su sistema hidropónico se obtienen varios beneficios como el control domótico y telemático para garantizar un resultado duradero y excelente con mínimo consumo, mantenimiento y reposición de plantas.