ItinerARTciones. La escultura última de Pereda de Castro

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ItinerARTciones es el título elegido para esta nueva muestra

Texto: Marcos-Ricardo Barnatán

La Casa de Vacas del Retiro ha mostrado desde el pasado mes de marzo los últimos trabajos de Pereda de Castro, el escultor cántabro llevaba casi veinte años sin pisar la capital.
Doce son las esculturas que conforman los últimos trabajos de Pereda de Castro, el escultor afincado en las Islas Canarias regresa tras veinte años de ausencia a Madrid con una muestra en la que se expone lo último de su taller.
ItinerARTciones es el título elegido para esta nueva muestra.

Pereda, experto en metal y verdadero maestro en el arte de la fundición, ha realizado sus últimas obras de expresionismo abstracto en acero para luego pintarlas o dejarlas oxidar. Ignacio Cabello organiza esta nueva muestra que se encuadra dentro del programa Canarias, cultura en red que patrocina el Gobierno de Canarias, uno para los que más esculturas al aire libre ha realizado nuestro hombre.

La ya larga trayectoria artística de Pereda de Castro parece encontrarse en este momento en una etapa de gran madurez, en la que su voz desarrolla un estilo personal de alta definición. Sus esculturas recientes dan así continuidad a una obra que se ha ido produciendo incesantemente en distintas facetas, muchas veces públicas y otras más secretas, para manifestarse con rotundidad en la serie de piezas que nos muestra ahora en la exposición que partiendo de Madrid, itinerará por diferentes ciudades de la geografía española.

Pereda de Castro, santanderino de origen, vive en la isla de La Palma, Canarias, desde hace ya veinte años. Dos décadas de fructífera producción, de dedicación exclusiva y apasionada a la escultura, que encuentra sus más recientes ejemplos de escultura pública en el «Monumento a la Naturaleza», de El Paso, el mural que distingue el Cabildo Insular de La Palma, o el «Salto del Pastor», en Tijarafe. Con esto quiero señalar que estamos ante un hombre para el que la escultura es una auténtica pasión, seguramente la gran pasión, pero también es un duro oficio, en el que se unen una continua superación y una no menos continua investigación. Que vale en sí misma.

El suyo es un trabajo en el que realiza sus obras en tamaño real, y con sus propias manos. Después de una elaboración costosa de la idea, que pasa por los cientos de dibujos preparatorios —que bien merecerían una exposición por sí mismos— y que se auxilia con el ordenador, la maqueta será sólo un paso intermedio en el que el volumen imaginado en pantalla se confirmará y se corregirá durante el proceso de creación.