El intercambiador de transportes (HUB) diseñado por Santiago Calatrava, en el emblemático World Trade Center de Nueva York, se inaugurará la primera semana de marzo, si bien algunas partes de la estación están ya abiertas para facilitar el tránsito de viajeros. Su construcción ha supuesto el símbolo central de la reconstrucción de la Zona Cero, además de un motor para la economía de la zona, en términos de creación de empleo y atracción de turistas, según el informe elaborado por el Centro Rudin de la Universidad de Nueva York.
El proyecto conecta a diferentes alturas distintas líneas de ferri, metro y tren de cercanías y sirve también de conexión entre distintos edificios de la zona, lo que ha supuesto un gran reto de ingeniería. Además, está coronado por una gran cúpula en acero y vidrio, llamada Oculus, que albergará uno de los centros comerciales más emblemáticos del mundo, el Westfield World Trade Center, de unos 34.000 metros cuadrados de superficie y cuya comercialización ya se ha completado.
El diseño de Santiago Calatrava no sólo ha supuesto que el intercambiador de transportes se haya convertido aún antes de su finalización en un icono de la arquitectura internacional, sino que resuelve los distintos retos en términos de funcionalidad, cálculo e ingeniería, que conlleva la interconexión de los diferentes modos de transporte y vías de comunicación en sus diferentes niveles subterráneos. Por todo ello, el intercambiador de transportes del WTC de Nueva York se ha convertido en un proyecto único en el mundo.
En palabras de Santiago Calatrava: “Para mí ha sido un orgullo participar en un proyecto tan complejo y único en el mundo. La parte construida en acero es única en el mundo. Es algo completamente nuevo. Creo sinceramente que la estación va a entroncar con otras estructuras icónicas de la ciudad, como los puentes que cruzan el Hudson y el East River.
Está dentro de la tradición de la arquitectura civil neoyorkina y, también, de la tradición estadounidense de ir más allá de los límites, de probar las capacidades. El intercambiador será la puerta y el catalizador del desarrollo del área, de la misma forma que lo han sido Grand Central y Penn Station”.
Una vez esté finalizado, el intercambiador (HUB) de transportes del WTC será utilizado por más de 250.000 pasajeros cada día y visitado por millones de turistas al año, según ha comunicado la Autoridad Portuaria, organismo que gestiona la reconstrucción de la Zona Cero.
El proyecto de Calatrava es el núcleo de las distintas vías de tránsito y de transporte público en el corazón del Bajo Manhattan. Conecta 11 líneas de metro, los trenes de cercanías del PATH, la terminal de ferris de Battery Park, el Memorial Center y la One World Trade Center, dos de los principales atractivos turísticos de la ciudad, así como las Torres 3 y 4, y en un futuro la Torre 2, además del centro Brookfield Place. Por ello es, según la propia Autoridad Portuaria, la mayor red de conexiones subterráneas peatonales en la ciudad de Nueva York.
Precisamente, uno de los principales motores del turismo de compras de la ciudad de Nueva York será el centro comercial de Westfield Group que se ubica en el Oculus diseñado por Santiago Calatrava, y cuya estructura tuvo que ser modificada a petición de las autoridades y responsables de la policía, tras los atentados a las estaciones de transporte público de Londres y Madrid, para adecuarlos a los nuevos requerimientos de seguridad establecidos.
Según ha comunicado Westfield Group, se espera que el centro comercial obtenga unas ventas anuales de entre 700 millones y 1.000 millones dólares, y tenga una afluencia de 400.000 personas al día. “El edificio diseñado por Santiago Calatrava será uno de los iconos más emblemáticos de la arquitectura en el mundo, en uno de los sitios más sagrados de los EE.UU.”, según ha declarado recientemente el CEO de Westfield, Steven Lowy.