Armando Ordovás
Calahorra es una de las ciudades más antiguas de La Rioja. El asentamiento humano se remonta al Paleolítico inferior, constatándose ya una población estable a finales de la Edad de Hierro. Roma la conquista en el año 187 antes de J. C., convirtiéndola en uno de los enclaves romanos más importantes del Valle del Ebro. Calahorra fue sede episcopal desde el siglo IV, lo que le permitió ejercer una gran influencia durante siglos en el norte de la península.
Entre los numerosos monumentos, edificios y lugares de interés cabe destacar la Catedral de estilo básicamente gótico aunque combinado con otros estilos y épocas, el Palacio Episcopal espléndido edificio en ladrillo de los siglos XVI al XVIII, el Museo Municipal con numerosos vestigios de la época romana, la Fuente de los 13 caños construida en 1872 y los restos de las Cloacas romanas.
En la actualidad, Calahorra es la segunda ciudad de la Comunidad Autónoma de La Rioja y cuenta con cerca de 24.000 habitantes. Su privilegiada situación en las vegas de los ríos Ebro y Cidacos ha proporcionado tierras fértiles desde tiempos inmemoriales, dotando a la ciudad de una notable tradición agrícola.
La aparición de mayoristas ha hecho de Calahorra uno de los principales centros distribuidores de productos frescos del campo para el norte de España acompañada, además, de una pujante industria conservera y, para abastecerla, se ha desarrollado también la industria de envases para conservas.
Como se ha podido comprobar, Calahorra se asoma al siglo XXI con más de 2000 años de historia, con ánimos y aires renovados y con la inquietud de crear una urbe moderna, atractiva y desarrollada.
Uno de los aspectos que han contribuido a la mejora de la ciudad supuso la renovación de gran parte del alumbrado. Para poder llevar a cabo esta transformación, el técnico responsable de la Sección de Alumbrado del Excmo. Ayuntamiento de Calahorra, depositó su confianza en la experiencia de Indal en este tipo de proyectos.
