El Instituto de Arquitectura de Euskadi abre sus puertas con una exposición sobre la importancia de reutilizar el entorno construido.Bajo el título «Tabula non rasa», la muestra del convento de Santa Teresa de San Sebastián incluye una obra al premio Mies Van der Rohe 2019 otorgado por la Unión Europea y que permanecerá abierta hasta julio.
El Instituto de Arquitectura de Euskadi está de estreno. Ya que abre sus puertas por primera vez y para celebrarlo, arranca con una exposición de carácter internacional titulada «Tabula non rasa», comisariada por los arquitectos y críticos berlineses Ilka y Andreas Ruby y trata sobre la importancia de reutilizar el entorno construido.
La muestra
«Tabula non rasa» plantea a través de tres piezas (tres instalaciones) una reflexión sobre la evolución de los edificios y del espacio urbano y construido. El elemento común de las propuestas recogidas en la muestra es el proceso de investigación entendido no únicamente como detonante del proyecto, sino como un componente esencial de la propia transformación producida.
La muestra abarca distintas escalas de intervención, desde la más pequeña hasta la escala urbana y territorial y recoge investigaciones y realizaciones de las firmas Agps, Lacaton&Vassal, Hutin, Druot y la escuela ETH de Zúrich.
Durante años se ha visto cómo los edificios son derribados y sustituidos por otros, lo que supone no solo un perjuicio económico y medioambiental, sino también una pérdida de identidad urbana. En la actualidad, sin embargo, está creciendo la crítica a ese abuso del derribo y cada vez más arquitectos investigan la «transformabilidad» de los edificios, que abre todo un campo para la investigación, sin pautas predefinidas.
El Instituto se estrena con esta exposición, que previamente se ha presentado en el Gellerup Museum de Dinamarca y en el Swiss Architecture Museum de Basilea. En ella incluye una obra finalista y aspirante al premio Mies Van der Rohe 2019, otorgado por la Unión Europea. Se trata de la obra de rehabilitación GHI, que consiste en la transformación de 530 viviendas en un bloque residencial de los años 60 en la localidad francesa de Burdeos. Uno de sus autores, el arquitecto Christophe Hutin, ofrecerá una conferencia previa a la apertura de la muestra.