Estadio San Mamés en Bilbao

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Estadio San Mamés en Bilbao

César Azcárate. Arquitecto Idom/ACXT

El Athletic Club de Bilbao es uno de los grandes clubes del fútbol europeo, y su anterior estadio, con más de 100 años de antigüedad, fue uno de los míticos, conocido popularmente como «la catedral del fútbol».Situado prácticamente en el mismo lugar que el existente, el nuevo «pisa» con su planta el viejo San Mamés, lo que ha obligado a realizar su construcción en dos fases, de tal manera que permita al equipo no tener que disputar partidos fuera de casa.

Estadio San Mamés en Bilbao

Uno de los retos principales en el diseño del Nuevo San Mamés ha sido mantener la atmósfera mágica e intensa de fútbol de la vieja «catedral». Este efecto, no solo se ha mantenido sino que se ha superado, satisfaciendo ampliamente las exigencias de una de las mejores aficiones del mundo.

Estadio San Mamés en Bilbao

La ubicación del nuevo estadio como final de la trama urbana del Ensanche de Bilbao, asomándose de manera privilegiada sobre la Ría, convierten al edificio en una pieza arquitectónica que debe manifestarse con fuerza y rotundidad pero a la vez con respeto hacia el resto de las edificaciones que completan esa zona de la ciudad. De esta reflexión surge uno de los primeros aspectos tenidos en cuenta en su diseño: la concepción del volumen construido como edificio urbano, en relación con los demás y no como una mera instalación deportiva.

Estadio San Mamés en Bilbao

Se ha pretendido también dotar de valor a aquellos lugares de los estadios que tradicionalmente no lo tienen, estos son los lugares entre el perímetro del estadio y la parte trasera del graderío, que constituyen los espacios de circulación por donde se accede y regresa del graderío que, a fin de cuentas, es el lugar principal de todo el campo de fútbol. Para conseguir dar un valor añadido a estos espacios, la estrategia de proyecto consiste no solo en aportar cualidades espaciales a los mismos, sino también que esos lugares tengan una relación muy intensa con la ciudad y el entorno. Para ello, aparece como uno de los elementos fundamentales y que singularizarán sin duda el Nuevo San Mamés, el tratamiento de la fachada, utilizando la repetición de un elemento de ETFE torsionado, que configura dinamismo y unidad. Este elemento estará iluminado durante la noche, creando un hito urbano sobre la Ría que proyectará una nueva imagen de Bilbao hacia el exterior, mediante uno de los sistemas de iluminación dinámica más avanzados del mundo. La cubierta, formada por potentes cerchas metálicas radiales orientadas hacia el centro del terreno de juego, se cubre con cojines de ETFE blanco, cubriendo la totalidad del graderío. La configuración de las gradas está absolutamente volcada hacia el césped, haciendo que la presión de los espectadores sobre el juego sea máxima, recordando al viejo San Mamés, conocido en el mundo entero por ser una gran olla a presión donde el público se echa encima de los jugadores.