La ciudad de Toledo acogió desde el pasado mes de marzo hasta el mes de agosto, el proyecto expositivo itinerante «Los diálogos de la curva: esculturas urbanas en las calles de Toledo» del escultor Jorge Palacios.
La exposición la conformaron seis esculturas de madera de teca de mediano – gran formato que se encontraban ubicadas en enclaves emblemáticos de la ciudad como, entre otros, el entorno de la Puerta de Bisagra, la Puerta del Sol, el Museo de Santa Cruz o el Palacio de Fuensalida.
Según apunta Anatxu Zabalbeascoa en el catálogo de la exposición: «En Toledo, trabajos como «Equilibrio e Inercia» interrumpen, sin desbaratarlo, el tejido de la ciudad. Subrayan rincones, destacan giros, inventan rutas, fuerzan miradas. Invitan a que el peatón detenga el paso. Ralentizan la vida cotidiana. Se añaden para que veamos de otra manera el mismo marco callejero de todos los días».
Las esculturas expuestas se caracterizaban por sus volúmenes curvos y por explorar los conceptos del equilibrio, la inercia y la dinámica del movimiento. Las obras que pudieron verse en Toledo buscaban en todo momento, a través de su abstracción y de su carácter atemporal, interaccionar y dialogar con el entorno que las rodea y cuentan con una contundencia que sorprende al ser capaz de expresar al mismo tiempo lo liviano y lo rotundo.
Pionero en la creación de esculturas realizadas en madera y concebidas para perdurar en exteriores, Jorge Palacios, al que han llamado «el escultor de la madera eterna», está especializado en este material medioambientalmente sostenible.