La Fundación Unicaja y la Fundación Escultor Berrocal para las Artes organizaron en Málaga, durante los meses de junio y julio, una exposición al aire libre en pleno corazón de la ciudad con obras de gran formato del escultor malagueño, de renombre internacional, Miguel Berrocal.
La exposición, bajo el título «Berrocal: Guerreros y Toreros», es la primera que tuvo lugar en España tras el fallecimiento del escultor en el año 2006 y recogió una docena de esculturas de grandes dimensiones, que evocan torsos de guerreros y toreros, instaladas al aire libre, en la Plaza de la Constitución.
La organización de la exposición por parte de Fundación Unicaja se enmarca en el interés de la entidad financiera por acercar la cultura al gran público, por el desarrollo y fomento de iniciativas culturales así como por el apoyo de Unicaja a la figura del reconocido escultor. La exposición, comisariaza por Cristina de Braganza, viuda del artista y presidenta de la Fundación Escultor Berrocal, es la primera actividad realizada en virtud del acuerdo de colaboración suscrito recientemente entre Unicaja y la Fundación Escultor Berrocal para las Artes, institución constituida en Madrid a finales de 2007 para la conservación, estudio y difusión de la obra de Miguel Berrocal y la contribución al desarrollo y progreso de la cultura y de las artes.
La exposición «Berrocal: Guerreros y Toreros», estuvo compuesta por 12 esculturas de gran formato (cuya altura oscila entre 1,5 y 4,5 metros, incluida la base de la escultura) que representan las distintas facetas de la creatividad de Miguel Berrocal en torno a un tema recurrente de su obra: el tema del «torso» y el del «fragmento». Concretamente, las esculturas que se pudieron ver fueron diez grandes torsos en bronce realizados entre 1981 y 1983, pertenecientes al conjunto de los Almogávares (guerreros), así como dos esculturas monumentales en Kevlar y fibra de carbono. Respecto a estas dos esculturas (toreros), la primera es un estudio sobre el «fragmento» y la segunda es un homenaje del artista a la tauromaquia. Esta última obra, titulada «El Diestro», estuvo situada en la calle Larios y visible desde la Alameda, lo que invitaba al ciudadano a llegar hasta la Plaza de la Constitución, habilitada como escenario principal de la exposición.