José María Sánchez García. Arquitecto
COMPOSITIVA ADOPTADA
El proyecto se resuelve mediante una pieza perimetral en forma de L, que con una sintaxis propia, cose el borde con la ciudad y libera una gran plaza alrededor del templo.
La estructura perimetral se coloca en el borde del solar, alejada del templo, para conseguir la mayor superficie de plaza posible.
La pieza vuela por encima del plano arqueológico, permitiendo de un modo natural el contacto entre el templo y la estructura urbana.
La plataforma toma la cota del basamento del templo. En la zona de medianeras un muro perimetral da servicio y regulariza el borde, sirviendo de punto de apoyo de las cajas voladas.
Un sistema de volúmenes, flexible a los cambios del solar, van ocupando los espacios intersticiales, entre la L perimetral y las traseras de los edificios existentes, acogerán los usos futuros.
Toda la plaza está terminada en tierra, tipo jabre compactado o granito descompuesto, como era originariamente, separada sin tocar los elementos arqueológicos que deban ser respetados. La pieza en L se entiende como una piedra artificial, un compacto de cal y áridos propios del lugar con un color semejante al del granito del podio del Templo. No hablamos de hormigón como tal, sino de una piedra artificial hecha in situ, más cálida y acorde a los materiales que encontramos en el entorno.
La pieza en L se compone de:
- plataforma: libera el plano arqueológico e iguala la cota del podium y templo recorrido que permite la relación visual visitante-templo
- pantallas: cierran vistas medianeras delimita vacío y pone en valor el templo
- plataforma y pantalla: pieza en forma de “L” (resultante unión de 1 + 2) estructura flotante perimetral que genera la plaza
- espacios intersticiales: sistema flexible que albergan usos comerciales y culturales nuevo orden entre plaza y ciudad.