«Con nuestros diseños no intentamos simplemente llenar un espacio, sino crear un lugar»
El trabajo de díez+díez diseño surge a partir de la consideración de la tarea proyectual como una actividad que nunca puede estar desligada de la experiencia previa, la consideramos ante todo una actividad vivencial.
Aunque sin despreciar el componente teórico que puede rodear o anteceder a cualquier labor de diseño, nuestro trabajo pretende basarse fundamentalmente en la constatación personal del problema, requerimiento o circunstancias que rodean al proyecto; este planteamiento nos lleva a un constante proceso de observación, análisis y acumulación de datos y del entorno que nos rodea y habitamos; por ejemplo, seguimos considerando la librería Virtual, producida por Miscel·lània, nuestro mejor diseño, al haber nacido directamente de la necesidad experimentada al tener que resolver el problema de acumular más de 5.000 libros.
Otro aspecto de nuestro trabajo, introduciéndonos en el campo del equipamiento urbano, es el tipo de relación que mantenemos con las ciudades que visitamos en nuestros viajes, ya sea por motivos profesionales o de ocio; nos gusta vivir los espacios públicos de las ciudades que visitamos sentándonos en sus bancos, utilizando sus papeleras o su sistema de señalización, de una forma más activa que lo haría un simple turista.
De este tipo de observación hemos llegado a percibir el espacio público como un ámbito tremendamente cambiante y dinámico donde factores como la inmigración, las nuevas formas de cultura urbana, el envejecimiento de la población, etc., etc., exige del diseñador una respuesta flexible que dé lugar a la creación de elementos de mobiliario urbano polivalentes y en muchas ocasiones de nueva tipología, lo que por desgracia choca con los planteamientos comerciales del empresario que tiende a no asumir los riesgos de la innovación hasta que lo haya hecho la competencia, convirtiendo de esa manera al diseño en un mero instrumento de formalización.
A esto hay que sumar un hecho diferencial del diseño de mobiliario urbano con relación a otro tipo de diseño de producto; se trata de su carácter impositivo; nos referimos al hecho de que mientras que al escoger como consumidores una mesa o una lámpara para nuestro hogar asumimos parte de su idoniedad para dicho ámbito, ya que presuponemos cierto espíritu critico en el acto consumista, más allá de los meros factores de precio y gusto, el mobiliario urbano se impone; queremos decir en definitiva que el usuario de un banco situado en un parque no puede elegir directamente el modelo de asiento que le gustaría disfrutar, lo que para nosotros supone digamos un plus de concienciación a la hora de desarrollar nuestra labor en este campo; nuestro objetivo último en definitiva es satisfacer al cliente/usuario del cliente secundario/ayuntamiento-constructora de nuestro cliente directo/fabricante… [leer más… en la edición impresa]