Atxu Amann, Andrés Cánovas, Nicolás Maruri. Arquitectos
El edifico consiste fundamentalmente en una cubierta que protege los restos arqueológicos de un conjunto romano (termas, palestra y domus) en el parque arqueológico del Molinete, complementada con una pasarela y un recorrido a la cota de las ruinas para poner en valor estos restos.
Es sin duda la cubierta una pieza más en el conjunto urbano de una Cartagena cuyo mayor reto arquitectónico es hacer compatibles arquitecturas de muy distintas épocas y facturas; y que entre sí vibren haciéndose mejores en su vecindad.
La intervención unifica, el conjunto de los restos, en un único espacio que permite una percepción continua del conjunto y que se fragmenta al exterior para responder con una escala perceptiva adecuada al entorno urbano, tanto a la ciudad como al parque del Molinete.
A nivel de peatón se presenta con un elemento facetado, perceptible parcialmente, mientras que desde la cima del parque, en la visión lejana, recupera su unidad y su importancia volumétrica. La cubierta genera además una nueva fachada urbana en la medianera que limita los restos al oeste ocultando su presencia mediante un plegado de la estructura.
El objetivo primordial del proyecto, es el respeto de los restos existentes, mediante el empleo de una estructura de grandes luces que requiere el mínimo número de apoyos para levantar la cubierta. Ante la imposibilidad de levantar apoyos en el extremo norte (colindante con la calzada romana), la mayoría se concentran en el resto de límites de la parcela, incluyendo sólo tres de ellos en el interior (integrados con los muros romanos mediante restituciones). La división de los pilares en grupos de soportes de menor diámetro permite aligerar la percepción de éstos.