Urbiótica
El boom de las entregas online y el fraude saturan y complican la gestión actual de las plazas de parking reservadas para carga y descarga.
Los recortes en las zonas de carga y descarga, sumado a la problemática creciente de la paquetería online y al uso fraudulento de las plazas, lleva a las ciudades a implantar soluciones tecnológicas que faciliten el control del uso de estas plazas reservadas, para frenar el caos y las congestiones.
Las plazas de aparcamiento reservadas para carga y descarga son para uso de los transportistas. Su objetivo es facilitar el trabajo de los repartidores y aliviar el tráfico urbano en zonas de circulación complicada y escasez de aparcamientos. El buen uso y respeto de su reglamentación de uso favorece una movilidad fluida y el bienestar general para todos en las ciudades.
Según un estudio del Índice de Movilidad Sostenible de las Capitales de Provincia de España elaborado por Idencity en colaboración con Aecoc, la distribución urbana de mercancías puede suponer hasta el 40% del tráfico total de las ciudades. Si a esto le sumamos el auge de las compras online de los últimos años y su crecimiento exponencial generado por la pandemia COVID’19, estamos hablando de un enorme BOOM de la entrega de paquetería en las ciudades.
Los gobiernos locales intentan ajustar y adaptar esta nueva realidad, buscando soluciones para agilizar un servicio importante para los ciudadanos y empresas, pero a la vez intentando evitar que esta ola gigante perjudique la movilidad y los planes de sostenibilidad locales. La situación obliga a las ciudades a buscar alternativas para que no se colapsen los centros de las ciudades y que estas entregas puedan realizarse con éxito.
La ciudad de Alicante con 1228 plazas de carga y descarga, nos cuenta como este espacio es totalmente insuficente hoy en día para abordar el impacto creciente en cuanto al reparto de paquetería. Han implantado varias soluciones para aliviar la sobresaturación en el aparcamiento de carga y descarga como sería por ejemplo «La última milla» que consiste realizar el último tramo de entrega a través de otros medios de transporte como sería la bicicleta o incluso andando, pero ninguna de las iniciativas probadas da hasta el momento respuesta a toda la demanda.