Como escultor, me considero un artista sobrio, de ideas sencillas pero que las quiere transformar en elegantes. Tengo un diálogo permanente con la naturaleza y con la vida exterior presente y pasada que me sirven de inspiración con innumerables motivos, los cuales hay que buscarlos. Mi lema es: «como conseguir de una idea sencilla una plástica elegante y que llene la sensibilidad del espectador». Parece fácil a primera vista pero no lo es.
Siempre busco lo conceptual y la esencia de todo. Intento plasmar la realidad de manera diferente. Mi estilo se mantiene por ahora entro figurativo y lo abstracto. Me gusta trabajar con el hierro y la madera puesto que su mezcla natural creo que es muy agradable. La dureza del hierro me provoca un interés de quererlo dominar aunque muchas veces me gana la partida. Tuve la suerte de aprender de Jesús Astiz, el herrero de Huarte (Navarra) el cual tuvo mucha relación con Jorge Oteiza cuando se estableció en el pueblo cercano de Altzuza. Jesús me enseñó muchas cosas referentes a cómo dominar este material y siempre le estaré muy agradecido.
La vida del artista es bastante solitaria pero no suelo desanimarme tan fácilmente. De mi etapa como futbolista aprendí a no rendirme y a saber improvisar cuando aparecen dificultades. Esta práctica la uso actualmente en mis obras. Siempre intento ser lo más original y creativo posible. Poco a poco voy introduciéndome en la escultura monumental y urbana. También me gusta mucho el relacionar la escultura con el mundo de la empresa y otras entidades con el fin de potenciar su imagen. El cómo reflejar su identidad y aroma en una escultura. Es un reto difícil y complicado pero me motiva mucho.
Un escultor tiene que saber «hablar con sus manos» y explicar su obra con seguridad y en pocas palabras. Lo que ocurre es que a medida que te vas introduciendo en lo abstracto, la cosa se complica y hay que caminar más despacio por ese laberinto para encontrar la salida. Hay que trabajar con humildad y con mucha curiosidad por aprender de otras personas. «Nadie somos perfectos» y hay que investigar hasta el fin de nuestros días.
Para terminar, mi obra es fruto de una búsqueda de creatividad y originalidad para intentar entrar en las diferentes mentes y sensibilidades que poseen las personas amantes del arte y las que no lo son.