Este artista madrileño, comenzó pintando para ir destacando lentamente en el papel de las texturas hasta que comenzó a incorporar elementos volumétricos. A partir de ese momento, comprendió que sus inquietudes artísticas se encaminaban hacia la escultura.
Con influencias y referentes como la frescura de Anthony Caro, la analítica de Oteiza, la fuerza de Chillida, la sugerencia de Medardo Rosso, la elegancia de «los de Cuenca», la valentía de los de El Paso, la fantasía de Ángel Ferrant, la sutileza de Calder o la de Moisés Villelia, la composición de Gerardo Rueda o Henry Moore, la síntesis de Naum Gabo, de Gargallo de Marino Marini o la sensibilidad de Julio González, Albert, cree que hoy más que nunca es fundamental mantenerse fiel a uno mismo, creyendo en lo que se hace y disfrutando con ello.
«Por eso en mi obra además del soporte estético defiendo argumentos tan concretos como la composición del volumen, el equilibrio o la delimitación del espacio, mientras que las imágenes y los recuerdos de experiencias pasadas sen dan cita en cada una de ellas como auténticos paisajes de mi vida».
Septiembre 2009
La escultura no la compone únicamente la materia. Tan importante o más es el espacio que la envuelve, el que ocupa o el que delimita.
De esta manera pretendo estimular el pensamiento del espectador, invitándole a reflexionar sobre la realidad escultórica y la suya propia ya que incluso de forma involuntaria interactuara con ella. [leer más… en la edición impresa]