La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, anunció la semana pasada el futuro proyecto de remodelación de la Gran Vía en el Debate sobre el Estado de la ciudad de Madrid.
Según anunció la alcaldesa, las obras comenzarán el próximo mes de enero de 2018 y en la propuesta se planteará la ampliación de las aceras, la potenciación de la vegetación, así como la reducción y reordenación de los carriles para crear un sistema de movilidad donde se integre la bicicleta con el resto del tráfico rodado.
El proyecto además, contempla la reordenación de los carriles para autobuses y taxis, así como las áreas para carga y descarga, residentes y acceso a los aparcamientos de la zona.
En el tramo de la Gran Vía entre la plaza de Cibeles y la de Callao, la bicicleta convivirá con el resto de los vehículos en los ciclocarriles 30, quedando la calzada dividida en cuatro carriles. Sin embargo, en el tramo entre la plaza de España y la de Callao, los ciclistas contarán, en sentido subida, con un carril bici independiente del resto de los vehículos, dada la pendiente de la calle. De este modo queda este tramo con cinco carriles ya que en sentido bajada hacia plaza de España, las bicicletas compartirán calzada con otros vehículos.
Además, el proyecto contemplará la reordenación de los carriles para autobuses y taxis, así como las áreas para carga y descarga, residentes y acceso a los aparcamientos de la zona.
Las obras de remodelación, señaló la alcaldesa, «empezarán en enero del próximo año 2018, justo después de las navidades y su duración prevista será de unos 8 meses de tal forma que en otoño del mismo año se podría disfrutar de la nueva Gran Vía». Paralelamente se van a remodelar las seis plazas del entorno de Gran Vía con un concurso ya en marcha a través del Ministerio de Fomento.