Benito Novatilu Research
El mundo del urbanismo está de moda. Los últimos años, la inquietud de algunos municipios por mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos ha impulsado un replanteo en los usos de la vía pública.
Bajo el lema de que las ciudades tienen que ser para los ciudadanos, las calles de nuestro país se están llenando de carriles bici, zonas lúdicas, paseos peatonales, etc. En el último año, el 90% delos trayectos en coche que se hicieron en el área metropolitana de Barcelona fueron de menos de 10 kilómetros. Este dato, demuestra la viabilidad de una corriente que pretende, a groso modo, liberar es espacio público de coches para reducir la contaminación y dedicarlo a un sinfín de nuevos usos hasta ahora inconcebibles.
Esta corriente, que está poniendo patas arriba muchos dogmas que parecían inalterables, afectará también a la forma como planteamos las áreas de juego. ¿En qué? Ayuntamientos como el de Barcelona ya han redactado su manual de buena praxis en el diseño de áreas de juegos, con el objetivo que en 2030 todos los parques cumplan con sus requerimientos. A continuación, se intentan desvelar tres claves de la revolución que viene, en este ámbito.
Integración urbana
La pacificación del tráfico y la mejora de la seguridad de las calles supondrán un cambio de paradigma que tiene que acabar con «los corralitos» para niños. Las vallas de las áreas de juego están condenadas a desaparecer, en pro de la integración de los elementos de juego en el resto del equipamiento de la vía pública. ¿Por qué los niños tiene que jugar en un espacio separado? Los parques más modernos ya alternan elementos de descanso con elementos lúdicos para todas las edades, de forma que no es raro ver a niños corriendo entre bancos o zonas ajardinadas para ir de un juego al otro, alternándose con mesas de pingpong, futtoc, terrazas de bar o toda clase de otros elementos urbanos.
Al final, esta integración persigue considerar el niño como un ciudadano más y no relegarlo a espacios cerrados que son totalmente excluyentes y ya se plantea: eliminar prohibiciones como la de jugar a la pelota, realizar cortes esporádicos de calles, habilitar aseos públicos o instalar más zonas con juegos de agua y arena.
Este cambio de enfoque, seguro que dará paso al diseño de nuevos elementos mucho más centrados en la actividad lúdica que en unos estándares que posiblemente están encasillando el juego de los más pequeños. Juegos deportivos, elementos para areneros o de juego simbólico y paneles lúdicos.
Integración de niños con diversidad de habilidades
Este es uno de los pilares, quizás el más importante, sobre el que se van a sustentar las áreas de juego en un futuro no muy lejano. Integración en mayúsculas. Áreas pensadas para que cualquier niño, sea cual sea su nivel de habilidad, pueda experimentar las sensaciones para las que se ha diseñado la actividad principal del parque: deslizarse, columpiarse, subirse, hacer equilibrios, saltar, sentir vértigo, balancearse, esconderse, experimentar, interpretar roles, expresarse, encontrarse y relajarse, son las trece actividades lúdicas que se describen en el manual elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona. Ahora el reto está en la mesa de los proyectistas, diseñadores y fabricantes, que tendrán que explorar las soluciones que permitan materializar este propósito.
El Grupo BENITO NOVATILU ha invertido más de 2M€ durante los últimos tres años en innovación en el campo de los juegos infantiles con el lanzamiento de un software para la planificación de áreas de juego, el BENITO 3D PLAN y la colaboración con la Escuela ELISAVA para explorar en el ámbito creativo como se pueden materializar todas estas tendencias y con el lanzamiento de hasta tres líneas de productos exclusivas.
Además se ha creado el departamento de juegos y paisaje, con un equipo pluridisciplinar de cinco profesionales, capaces de proyectar las ideas más creativas, y en tan solo un año, han salido 12 parques tematizados, todos ellos equipados con juegos personalizados de gran formato.
Integración paisajística
Por último, pensar mejor el espacio público conlleva implícitamente un interés creciente por integrar todos los elementos en el proyecto. Sin duda esto hará que aumente la demanda de elementos de juego personalizables, en colores, en materiales, en formatos, etc.., aspecto que solo las empresas fabricantes con capacidad de desarrollo son capaces de llevar a cabo.