El estudio de diseño mmcité1 siempre está buscando nuevas oportunidades de innovación, y esta vez han desarrollado un prototipo de banco con energía solar. El Woody Solar, aprovecha la energía solar para alimentar el internet inalámbrico y los puertos de carga de dispositivos electrónicos portátiles.
El uso de la energía solar se está volviendo más efectivo y fácil que nunca, por eso, el estudio mmcité1 ha aumentado su línea de smart city con un nuevo banco, que es capaz de generar y almacenar suficiente energía durante cincos de uso regular a través de paneles solares, al mismo tiempo que carga simultáneamente dispositivos externos a toda velocidad con señal Wi-Fi continua. Eso debería cubrir cómodamente largos periodos de tipo, incluso sin sol.
El nuevo woody solar es capaz de cargar 4 dispositivos a la vez mientras emiten una señal Wi-FI con un rango de varias docenas de metros.
«Nuestros teléfonos inteligentes y tablets, cada vez tienen más aplicaciones y funciones desde cámaras, mapas, redes sociales. Sería una exageración decir que la capacidad de la batería nuestros móviles se está convirtiendo en la principal limitación de nuestro movimiento alrededor de la ciudad. Esta capacidad de carga es donde nuestro concepto de ciudad inteligente de vanguardia encuentra la mayor importancia. Las otras funciones no son tan importantes o técnicamente complicadas. El Woody Solar proporciona total comodidad en este sentido: es grande, tiene varios puertos donde cargar y un potente router Wi-Fi. Además de todo esto, los grandes paneles solares sobre la cabeza proporcionan sombra al usuario. Gracias a mobiliario urbano inteligente como éste los espacios públicos se están volviendo más cómodos que nunca». Comenta David Karásek, diseñador y co propropietario de mmcité1.
El banco tiene un sistema solar insular en pleno funcionamiento, con dos paneles solares con una salida nominal total de 2 x 140Wp y 2 tomas de corriente incorporadas en los laterales para una carga sencilla.
Con un peso de 500 kilos, el banco está fabricado en acero y madera tropical, e incluso puede incorporar funciones adicionales, como medidores de CO2, de temperatura del aire, humedad o niveles de ruido en el ambientes.
El banco solar forma parte de una gama más amplia que entrará en el mercado en 2018. Su prototipo fue producido y entregado como parte del proyecto Smart Praga, cuya finalización tuvo ayuda del Ayuntamiento de Praga y Operátor ICT.