El diseño de los árboles de Navidad pretende dar respuesta al concepto de sostenibilidad e interacción del ciudadano hacia su entorno, hacia aquellos elementos que forman parte de su paisaje urbano. El objetivo es que la participación del ciudadano devenga pieza clave para su funcionamiento. Se trata de un período en el que la ciudad se transforma, muta, cambia, por lo que no debemos perder la oportunidad de crear propuestas más sostenibles y más justificadas de uso general.
El proyecto, compuesto por 12 árboles de 11 metros de altura ubicados en distintos enclaves de la ciudad, está formado por una única estructura metálica, desmontable y pensada para un adecuado transporte y almacenamiento, optimizando de esta manera el máximo espacio posible.
El diseño de la estructura en forma de árbol clásico responde a una clara intención de crear un elemento familiar, marcadamente tradicional y vinculado de manera directa a la Navidad.
El resultado son dos tipologías de árboles; el solar y el interactivo.
El primero, formado por un número considerable de placas solares en forma de hoja, surge de la necesidad de plantear un elemento autogestionable y autónomo que no necesite de electricidad, capaz de captar la luz necesaria durante el día y que por la noche se convierte en un árbol formado por placas emisoras de luz. Debido a su fácil instalación, permite ubicarle en gran variedad de localizaciones.
En el caso del árbol interactivo, el objetivo es que el ciudadano pedalee y sea su fuerza el elemento generador de luz. Un conjunto de 4 bicicletas «Bicing» ubicadas en cada árbol permiten al niño o adulto formar parte de la navidad en su ciudad, gracias a su voluntad e iniciativa el árbol cobra vida [leer más… en la edición impresa]