La práctica del Agility invita a los perros a superar obstáculos y fobias generadas por unos hábitos acomodados por su día a día en la ciudad. Agility fomenta una fortaleza psicológica para superar estas dificultades.
Los perros son víctimas de nuestros hábitos de conducta y sedentarismo. Por eso, la práctica de un ejercicio intenso al final del día, ayuda al animal a sentirse y descansar mejor.
Entre los objetivos Agility están fomentar la sociabilidad y la educación canina en el entorno urbano, mejorar el estado físico de nuestros perros, integrar esta área en la socidad como actividad deportiva y educar en el respeto hacia los animales.
Utilizando materiales plásticos reciclados y reciclables provenientes de residuos urbanos e industriales se colabora con el sostenimiento medioambiental al evitar el consumo de materias primas.
Además al utilizar materiales «no fibrosos» no existen grietas, fendas ni astillamientos, con los que se evitan accidentes y heridas en las pezuñas del perro.