Autor: Óscar Nieto Sanz, Técnico de pavimentación de ANDECE
Vivimos en la era de la búsqueda constante del bienestar. Cada vez más, los espacios urbanos se transforman en entornos funcionales donde la estética, como parte de ese bienestar, también juega un importante papel. Consecuentemente, nuestras ciudades necesitan, cada vez más, soluciones de pavimentación que sean, no solamente duraderas y útiles, sino también innovadoras. Soluciones que se adapten a las nuevas tendencias y exigencias de los usuarios.
Existen muchas opciones en pavimentación exterior; pero de entre todos estos tipos, los adoquines de hormigón son los que aúnan estos tres aspectos: durabilidad, funcionalidad y además estética.
A nivel de durabilidad y funcionalidad, es sobradamente conocida la resistencia de estas soluciones que reduce significativamente la necesidad de mantenimiento. A esto hay que añadirle, la facilidad con la que se realizan reparaciones en aquellas instalaciones situadas bajo un suelo adoquinado, así como, el impecable acabado tras la restauración del pavimento, sobre todo cuando se trata de un pavimento flexible como el de hormigón prefabricado.
A nivel estético, los nuevos adoquines prefabricados de hormigón ofrecen al diseñador la posibilidad de dar rienda suelta a su creatividad e introducir diferentes formatos y colores para aportar armonía al entorno. Los fabricantes ofrecen una nueva y amplia gama de efectos de color, texturas y geometrías muy difícil de igualar por el resto de opciones que actualmente existen en el mercado. Tras años de investigación y mejoras, queda ya muy atrás la idea de que el adoquín de hormigón es un producto gris, antiguo y sin innovaciones.