La búsqueda de una identidad: incorporando la perspectiva de género al diseño (de iluminación) de espacio público

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Lupercales

Lupercales

«Bella (título provisional)» es un proyecto de apropiación del lenguaje y de los códigos de la publicidad y la comunicación cuyo objetivo es la transmisión de valores de ciudadanía, afecto y cuidado por el entorno que habitan las personas. Se trata de una intervención en espacio público de Lupercales, un colectivo de investigación y experimentación creado en Barcelona en 2013 por diseñadores de iluminación, con el objetivo de establecer una práctica del diseño de la iluminación urbana que sitúe al ciudadano en el centro del proceso de planificación. Ha realizado desde entonces proyectos de ámbito educativo y social, con la luz como medio transmisor de valores, con jóvenes estudiantes y adolescentes, así como talleres y formaciones prácticas con profesionales de la arquitectura y estudiantes de diseño.

Lupercales

La parte visible del proyecto es la instalación de una luminaria de neón, un rótulo con el lema «Bella», que cambia de ubicación a lo largo de un recorrido de comprende los cuatro barrios del distrito de Ciutat Vella.

Tras su paso por el Centro de Atención Primaria «Lluis Sayé» del Raval (el antiguo Dispensario Central Antituberculoso de Subirana, Sert y Torres Clavé), la luminaria será instalada durante el mes de noviembre en el Barrio Gótico, posteriormente en el Born y finalmente pasará por la Barceloneta. El lugar exacto de la instalación no se anuncia, tratando de provocar al ciudadano a involucrarse en esta búsqueda de la belleza en el paisaje urbano.

El punto de partida de esta acción se plantea lo suficientemente abierto como para que a lo largo de su recorrido se vaya impregnando de significados, tal y como sucede con el espacio urbano, que adquiere su auténtica dimensión como espacio público gracias a la práctica espacial de las personas que habitan la ciudad, de forma temporal o permanente.

«Hemos querido plantear el recorrido de la luminaria por ciertos espacios de Ciutat Vella siguiendo una intuición, buscando situarla en contextos que pudieran nutrirla de una identidad de la que, en principio, debía carecer. Esta «neutralidad» de la intervención estaba prevista como un punto de partida necesario: el lenguaje y las tácticas de la acción se han apropiado, para su planteamiento inicial, de elementos de la publicidad y la comunicación de masas pero el mensaje parece estar ausente, más allá de la misma palabra (¿qué cosa es “bella”?)»